Se ha confirmado prácticamente la existencia de Windows 12, con varios indicios sobre lo que podemos esperar de la próxima gran versión de Microsoft. Algunas posibilidades incluyen actualizaciones más rápidas que en Windows 11 y un sistema operativo más modular con componentes en varias particiones. Las nuevas capacidades podrían facilitar su manejo en dispositivos de menor rendimiento y ofrecer a los usuarios total compatibilidad de aplicaciones con actualizaciones fluidas.
Microsoft ha dedicado años a modernizar la plataforma Windows, incluido un intento de crear una versión completamente separada (Windows 10X) para usuarios que no necesitaban todo el legado acumulado en Windows a lo largo de los años. Sin embargo, cuando el mundo se volcó al trabajo y estudio híbrido, la compañía decidió desechar el proyecto e integrar esas ideas en Windows, eliminando las aplicaciones y características que consideraba superfluas.
El intento más reciente antes de Windows 11 fue «Windows Core OS», un sistema operativo ligero y modular para adaptarse a diferentes dispositivos como tablets, laptops o PCs de escritorio. Este concepto presentaba muchos desafíos técnicos, por lo que no es sorprendente que Microsoft haya optado por un enfoque más gradual que vemos en Windows 11. Aun así, se informa que la sucesora de Windows 11, conocida como Windows 12 y con nombre en clave Hudson Valley, sigue los principios de Core OS como parte del proyecto «CorePC».
Mientras que Windows 11 trajo principalmente cambios en la interfaz de usuario, Windows 12 supuestamente se dividirá en «estados» que residirán en diferentes particiones del disco de almacenamiento. Esto facilitaría la administración y actualización de Windows para Microsoft y los usuarios.
Esta arquitectura permitirá una mayor seguridad al separar los archivos del sistema de los archivos de usuario y las aplicaciones de terceros. Además, las actualizaciones serían más rápidas y no siempre requerirían reiniciar el sistema. Para dispositivos educativos, sería más fácil restablecerlos, similar a la función «powerwash» de los Chromebooks.
Esta estrategia también permitiría a Microsoft reducir el tamaño de Windows para dispositivos con menor rendimiento. Se menciona que una versión de Windows 12 para dispositivos educativos que solo ejecute Office, Edge, aplicaciones de Android y aplicaciones web requeriría entre un 60 y un 75 por ciento menos de almacenamiento en comparación con Windows 11 SE.
Para dispositivos que requieran compatibilidad con aplicaciones heredadas, Windows 12 tendría una capa de compatibilidad llamada «Neon» para facilitar la transición al nuevo sistema operativo. Además, hay rumores de una versión de CorePC/Windows 12 optimizada para los próximos chips de Intel, AMD, Nvidia y Qualcomm, centrada en características basadas en inteligencia artificial.
El proyecto CorePC aún está en pañales, y mucho podría cambiar antes de que Microsoft lo envíe a los usuarios. Se espera que el lanzamiento de Windows 12 sea en 2024, aunque podría retrasarse si la compañía enfrenta obstáculos importantes.
Mientras tanto, Microsoft ha aumentado la frecuencia de actualizaciones de funciones para Windows 11, pasando a «actualizaciones mensuales de calidad»