Warhammer 40,000: Gladius – Relics of War es el primer 4X del universo Warhammer 40K. Solo un turno mas… y ya son las 5 de la mañana, así fueron nuestras partidas a los juegos 4X.
Antes de continuar, y para el que no lo sepa, un 4X es un juego de construcción de imperios, un subgénero dentro de los juegos de estrategia, normalmente por turnos, donde lo importante es la economía, diplomacia e investigación. Se le llama 4X por las cuatro X que llevan las siglas en inglés de; eXplore (exploración del mapa), eXpand (expansión territorial), eXploit (explotación de recursos), y eXterminate (exterminación del enemigo)
El juego
Warhammer 40.000: Gladius – Relics of War, está desarrollado por Proxy Studios, el cual, utilizando el trasfondo de las razas del universo 40,000 dispondremos, al menos por ahora, de cuatro razas con y contra las que jugar.
Estas razas son;
- Marines Espaciales
- Astra Militarum (Guardia Imperial)
- Orks
- Necrons
La premisa nos lleva a un planeta aislado debido a una tormenta de disformidad en el cual todos serán enemigos si no los hemos elegidos como aliados en el menú antes del comienzo de la partida. Debemos elegir un bonito sitio donde empezar nuestra base y a partir de ahí expandir nuestra capital a las «baldosas» adyacentes para tener posteriormente sitios donde construir nuestros edificios. Algunas de estas casillas otorgan bonificadores a algún recurso determinado, y podría albergar hasta tres edificios dentro, lo cual nos permitirá variedad o especialización según nuestra estrategia o intereses.
Dentro de los edificios que podemos construir estarán los destinados a crear unidades, muy importante, si queremos conquistar el mapa, y que van desde unidades básicas, los héroes, unidades mecanizadas, a las unidades más pesadas. También hay edificios que nos aportan valores necesarios como moral y fidelidad de las tropas y los edificios que generan recursos.
Jugabilidad
Desde el menú nos encontramos que solo hay un modo de juego, ni campañas ni un sistema de historia que le de un mínimo de profundidad al juego, algo que se queda corto en nuestras expectativas. Por lo menos hay un trasfondo, un algo parecido a una «historia» donde tenemos un objetivo el cual se nos va desvelando según completamos el anterior y este viene acompañado de un relato que nos va contando la historia de cada raza y el por qué estamos en este planeta y cuales son sus opciones. Las condiciones de victoria son bastante pobres. Por un lado tenemos ir completando las misiones marcadas, y la otra, eliminar a todos los enemigos.
El problema del sistema de misiones es que no requiere de toma de decisiones ni caminos alternativos. Por lo tanto, una vez que completamos la historia de cada una de las cuatro facciones, Gladius no es nada rejugable, quedando solo la opción del multijugador.
En el oscuro futuro solo hay guerra
Antes de que comience la partida, podremos crear alianzas configurando el mismo «equipo» para dos o más facciones. Por lo tanto, puedes tener dos facciones de Marines Espaciales combatiendo juntas contra los Xenos, una controlada por el jugador y la otra por la IA. Cada uno sabe dónde se encuentra el otro y qué hace. También puedes crear una alianza impía, como la del Imperio con los Necrones, etc… o sea 4 ranuras que puedes poner de jugadores o de máquinas y asociarlas según te venga en gana antes de comenzar la partida.
Las cuatro facciones tienen unidades completamente diferentes, edificios, fortalezas y sus propios puntos débiles. Los Marines Espaciales solo pueden construir una «ciudad» pero no necesitan comida, expandiéndose por el mapa mediante puestos de avanzada más pequeños y difíciles de defender. Las unidades del Imperio son baratas y están totalmente dedicadas al Emperador, pero sin sus tanques no sobrevivirán en el hostil entorno de Gladius. Los Necrones, por su parte, solo pueden expandirse en casillas donde existan tumbas ancestrales, lo que limita su disposición geográfica en el mapa. Por último los Orks que, como de costumbre, recurren a tácticas de desgaste y a la superioridad numérica.
Pese a estas diferencias en las facciones, no llegan a hacer que Gladius – Relics of War sea un juego particularmente complejo o variado en el avance tecnológico y planeamiento estratégico. Más bien, estamos ante un juego 4X bastante simplón en los mencionados apartados. Las ciudades crecen siempre de un manera similar, y los distintos edificios cumplen roles bien definidos. [amazon_link asins=’B071RYQF2F’ template=’ProductAd’ store=’es-1′ marketplace=’ES’ link_id=’57cbebcb-8a87-11e8-be1c-ebcb8186d8da’]El árbol tecnológico es mayormente lineal y no hay sistema de diplomacia o política que nos permitan decidir el rumbo general de nuestro imperio.
Respecto al combate, el juego se comporta bastante bien, usando el sistema One Unit Per Tile (Una Unidad por Turno) empleado en las últimas entregas de Civilization, que lo mejora con distintos factores e innovaciones.
En primer lugar, el mecanismo de vigilancia con el que cuenta cada unidad hace que sea factible construir líneas de frente defensivo para contener ataques enemigos. El hecho de que nuestras unidades ataquen automáticamente al enemigo que entran en su rango de visión cambia por completo las reglas del juego en cuanto a este estilo de sistema de combates tácticos, tanto a la hora de la defensa como a la hora del ataque.
Otro aspecto destacable en la jugabilidad son los tres héroes para cada facción. Estos héroes no plantean cambios demasiado importantes con respecto al funcionamiento de las unidades normales, pero poseen algunas curiosas características. Pueden subir de nivel y ganar nuevas habilidades, así como también equiparse distintos artefactos y armas que se encuentran repartidos por el mapa.
Gráficos y Sonido
El aspecto audiovisual del juego es aceptable, pero sin destacar en nada. El escenario tiene un buen nivel de detalle, pero algunos aspectos del terreno como montañas o elevaciones son algo difíciles distinguir. Las distintas unidades rebosan todo el carisma propio del universo 40k, desde las poderosas y flamantes armaduras de los Marines hasta las retorcidas máquinas de guerra Orks. Los fans de Warhammer 40k distinguirán sin mayor problema a cada una de las unidades del juego.
Respecto al sonido, simplemente cumple. La banda sonora es bonita y adecuada, así como también los efectos de sonido en el combate o las explosiones.
Conclusiones
Si has jugado juegos similares ya te habrás hecho una idea de lo que puedes esperar, así que solamente te voy a dar mi opinión de lo que me parece positivo y negativo en las horas que he estado probando el juego.
Claramente no vas a tumbarte al enemigo de turno con cuatro unidades básicas, hay que echarle horas, gestionando los recursos y acumulando tropas para el asalto final mientras evitas que te desgasten.
Que el juego esté en castellano es de agradecer y aplaudir
La falta de diplomacia lo veo como un gran negativo en el juego, tal vez en un universo donde todos están contra todos como es el 40K no haya sitio para la diplomacia directa, pero se podrían tener otras opciones, como aliados exteriores para contactar y comerciar, o una serie de encuentros y aventuras que surjan aleatorias dándole una pizca de aderezo al juego y este no esté enfocado solo en los 3X restantes.
La IA está bien equilibrada y no es tonta. Te puede dar un buen entretenimiento ya que sabe como gestionar sus opciones y como sacar provecho de sus unidades. No te despistes ni un segundo o acabara contigo.
El árbol tecnológico es demasiado simple y no hay una gran variedad de unidades o de personalización de los ejércitos. Esto va de acumular tropas y lanzarlas contra el enemigo que tengamos en mente.
Warhammer 40,000: Gladius – Relics of War no está mal, aunque comparto la opinión de muchos usuarios de que parece un mod de Civilization en el universo 40K. Recomiendo su compra aunque esperaría a que bajara algo de precio.
Por último, échale un vistazo a nuestra guía Warhammer 40,000: Gladius – Relics of War – Consejos y Trucos.