A pesar de que el género de los videojuegos multijugador en línea de rol masivo (MMORPG, por sus siglas en inglés) parece estar en crisis, sigue habiendo un flujo constante de nuevos proyectos. Frecuentemente, estos juegos llegan al mercado solo para fracasar miserablemente, incluso antes de su lanzamiento oficial. La cifra global de jugadores del género se mantiene estable o incluso decrece, lo que plantea la pregunta de por qué sigue habiendo una inversión significativa en el desarrollo de nuevos MMORPG.
Dificultad y demanda: Un juego de alto riesgo
Desarrollar un MMORPG es una de las tareas más complicadas en el mundo del desarrollo de videojuegos. El costo puede ser exorbitante; por ejemplo, se estima que el desarrollo de Star Wars: The Old Republic costó alrededor de $200 millones. Otros juegos como World of Warcraft también han tenido presupuestos estimados que superan los $100 millones.
Además del desarrollo, la publicidad es otro costo significativo. Las campañas publicitarias para grandes lanzamientos pueden llegar a costar decenas de millones de dólares, como fue el caso de Final Fantasy XIV, que se relanzó con una campaña de publicidad extensa para corregir su lanzamiento inicial problemático.
La dificultad se ve exacerbada por las altas expectativas de los jugadores. Con tantas opciones disponibles, los jugadores buscan experiencias que ofrezcan algo más que gráficos impresionantes o mecánicas de juego sólidas. Esto puede llevar a que los jugadores salten rápidamente de un juego a otro, como se ha visto con títulos que no cumplieron las expectativas como New World de Amazon, que experimentó una caída significativa en su base de jugadores después del lanzamiento.
La demanda de innovación es constante, como lo demuestra la expectación en torno a futuros títulos como Throne and Liberty o Ashes of Creation. Los desarrolladores se enfrentan a la tarea de no solo cumplir, sino superar las expectativas para mantener una base de jugadores leal.
El dilema del desarrollo independiente
La incursión de estudios independientes en el desarrollo de MMORPGs evidencia el atractivo significativo que estos proyectos tienen, a pesar de los riesgos asociados. Muchos de estos estudios podrían enfocar sus esfuerzos en proyectos de menor escala, pero optan por afrontar el reto considerable que conlleva la creación de un MMORPG. Esta tendencia podría estar motivada, en parte, por los avances tecnológicos que han democratizado el acceso a recursos, como las soluciones en la nube, que antes eran exclusivos de grandes corporaciones.
Albion Online, desarrollado por Sandbox Interactive, sirve como un caso ilustrativo de un MMORPG creado por un estudio independiente. Su financiamiento provino en gran medida de métodos no convencionales, como el crowdfunding a través de plataformas como Kickstarter.
En contraposición, el ejemplo reciente de Crowfall ofrece una lección cautelar para estos estudios. Este juego, también financiado en parte a través del crowdfunding, anunció en 2022 que cesaría sus operaciones en vivo para centrar todos sus recursos en el desarrollo. Casi un año después, aún no hay actualizaciones claras sobre el estado del proyecto, lo que subraya la enorme cantidad de recursos y esfuerzo requeridos para mantener un MMORPG en marcha.
Aunque la tecnología ha reducido algunos costos, el desarrollo de un MMORPG continúa siendo una inversión de alto riesgo, particularmente para estudios con recursos limitados. La inversión en contenido de alta calidad, mantenimiento continuo y actualizaciones regulares sigue siendo crucial.
La limitada capacidad para invertir en marketing constituye otra desventaja para estos juegos independientes, que corren el riesgo de ser eclipsados en un mercado repleto de títulos de grandes empresas con presupuestos considerables para publicidad y desarrollo.
Expectativas y Realidad: El enigma del contenido
Uno de los desafíos más acuciantes en el mundo de los MMORPGs es la aparente falta de innovación en el contenido. Muchos jugadores expresan insatisfacción, sintiendo que los nuevos títulos a menudo no son más que diferentes versiones de conceptos ya explorados. Este fenómeno resulta en un ciclo repetitivo que puede llevar a la fatiga del jugador y eventualmente a un declive en la base de usuarios.
El concepto de contenido dinámico, impulsado tanto por los jugadores como por los administradores del juego, se presenta como una posible solución a este estancamiento. Este enfoque no solo implicaría misiones o eventos generados aleatoriamente, sino que también podría incluir sistemas económicos complejos, interacciones políticas y cambios en el entorno del juego que se desarrollan de manera orgánica, reflejando las acciones y decisiones de los jugadores. Un ejemplo ilustrativo de esta dirección en el diseño de juegos es el sistema de eventos en Ashes of Creation. Este juego quiere introducir una mecánica única donde los eventos se activan en función de las acciones de los jugadores, como matar a un número específico de enemigos o recolectar recursos. Estos eventos no solo ofrecen recompensas significativas, sino que también cambian dinámicamente el mundo del juego, añadiendo un nivel de profundidad e inmersión que va más allá de las misiones estándar.
Otra consideración clave es el equilibrio entre accesibilidad y complejidad. Mientras que un juego demasiado simple puede aburrir rápidamente a los jugadores, un juego excesivamente complejo puede resultar intimidante para los nuevos usuarios, creando una barrera de entrada que impide el crecimiento de la base de jugadores.
Por último, la inversión en narrativa y mundo abierto también es crucial. A menudo, los MMORPGs que invierten en contar una historia convincente y en construir un mundo inmersivo logran mantener a los jugadores comprometidos durante períodos más prolongados, alentando la exploración y la inversión emocional en el juego.
El factor económico: Rentabilidad contra pasión
Los MMORPGs se sitúan en una ecuación de riesgo y recompensa extremadamente delicada para los desarrolladores y las editoras. Cuando un MMORPG alcanza éxito en el mercado, puede convertirse en una fuente de ingresos constante y lucrativa que perdura durante años o incluso décadas. Los juegos como World of Warcraft demuestran cómo un MMORPG exitoso puede mantener una base de jugadores fiel y generar ingresos considerables a través de suscripciones, microtransacciones y expansiones.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es mucho menos alentadora. Muchos títulos que ingresan al mercado con la etiqueta de MMORPG no logran cumplir con las expectativas y terminan siendo fracasos financieros. Un ejemplo emblemático de esto es Revelation Online, un juego que abusó del modelo de «pago para ganar» (P2W), lo que resultó en una pérdida significativa de jugadores y, finalmente, quedar prácticamente en modo mantenimiento.
El dilema de las microtransacciones y el modelo P2W es especialmente relevante aquí. Mientras que las microtransacciones pueden ser una fuente de ingresos vital para mantener los costosos servidores y el desarrollo continuo, un enfoque excesivo en este modelo puede alienar a la base de jugadores. A menudo, los jugadores se sienten desilusionados cuando perciben que el progreso en el juego está vinculado principalmente a la inversión financiera en lugar del esfuerzo o la habilidad, lo que lleva a una disminución en el compromiso y, en última instancia, en la rentabilidad.
Además, hay que considerar el costo de oportunidad de los recursos invertidos. Desarrollar un MMORPG requiere una inversión considerable en términos de tiempo, esfuerzo y capital. Estos recursos podrían haberse utilizado en otros proyectos con un riesgo menor y una posible recompensa más rápida.
¿Y Tú, Qué Piensas? ¡Tu Opinión Importa!
La situación del género MMORPG es como un rompecabezas aún sin resolver: lleno de desafíos pero también de un potencial sin explotar. Desde la rentabilidad hasta la innovación y las expectativas del jugador, los obstáculos son múltiples, pero la solución podría estar en un delicado equilibrio que aún no se ha alcanzado.
Ahora queremos escuchar de ti. ¿Tienes la pieza que falta en este rompecabezas? ¿Qué crees que se necesita para revitalizar el mundo de los MMORPG? ¿Son realmente una inversión arriesgada, o hay un tesoro escondido de oportunidades que la industria todavía no ha descubierto? ¡Es tu momento para pesar en este debate!