De manos andaluzas sale un Metroidvania con un agradable olor a añejo llamado Blasphemous que no dudamos a la hora de decir que no va a dejar indiferente a nadie. El estudio ibérico The Game Kitchen encargado anteriormente en crear The Last Door, ha abordado con muchísimo éxito este género tan representado en la escena independiente en los últimos años, intentando destacar con un universo de terror inspirado en el folcrore andaluz. Y ya os adelantamos que el resultado es sorprendentemente llamativo e incómodo a partes iguales.
Con qué nos encontraremos
Todo coge forma en un mundo al borde de la corrupción llamado Orthodoxia, donde la absolución pasa a ser tortura y donde los pocos habitantes que quedan parecen aferrarse con desesperación a una religión que no les hace ningún bien.
En este universo oscuro, eres un caballero con un casco puntiagudo que llaman El Penitente, que armado con su espada Mea Culpa viaja por un triste páramo para poner final a la ira de Dios.
Pasaremos por lugares con nombres tan llamativos como equívocos, como el Convento de Nuestra Señora con Cara Quemada, la Hermandad del Dolor Silencioso o el Puente del Calvario, y es que Blasphemous usa y abusa muchísimo de esta atmósfera religiosa para crear un mundo simplemente asombroso.
El título transcurre en un escenario nebuloso y desarrolla su universo a través de diálogos muy solemnes con una especie de castellano antiguo que no sabemos si terminará de entender todo el público. Y es que la escritura es, de forma deliberada, pesada.
Jugabilidad
Como ya se mencionó anteriormente, el título retoma la estructura general de un Metroidvania. Un mapa enorme con infinidad de zonas interconectadas, pasajes inaccesibles a menos que tengamos el equipo adecuado o una mejora, y un mapa realmente bien estructurado aunque propenso a que nos perdamos y desviemos con muchísima facilidad.
[miptheme_quote author=»» style=»pull-right»]El diseño de los niveles se ve sólido, el juego no se llega a sentir lineal y la exploración es muy satisfactoria.[/miptheme_quote]El diseño de los niveles se ve sólido, el juego no se llega a sentir lineal y la exploración es muy satisfactoria. Uno puede encontrarse vagando por los niveles regularmente antes de saber a dónde ir para progresar en la historia. Aunque sí que tenemos que decir que los puntos de viaje rápido son algo extraños o difíciles de entender.
Sin embargo, el descubrimiento del universo y el cruce de niveles siguen siendo un verdadero disfrute a todos los niveles. Gracias a su hermoso paisaje, del que más adelante hablaremos, pero también gracias a las numerosas batallas contra una gran variedad de enemigos. Obispos que levitan golpeando el suelo con lanzas, crucificados usando su gigantesca cruz como arma, fantasmas etéreos que aparecen y desaparecen en cualquier momento… El bestiario se siente muy trabajado y cada enemigo tiene su propio patrón de movimientos consiguiendo que difícilmente caigamos en la monotonía, los cuales también tienen una gran calidad de animación.
También tenemos el mismo discurso para los jefes, impresionantes por su tamaño o lo variopintos que pueden llegar a ser, ofreciendo cada vez un reto diferente.
A pesar de la única espada que mantendremos durante nuestra aventura (que se puede mejorar gastando puntos de experiencia), el propio Penitente tiene varias técnicas de ataque y defensa: deslizarse, disparar, ataque cargado, parar, combinado, a distancia… Aunque sí debemos destacar que la interacción con los enemigos es algo simple, los enfrentamientos se basan principalmente en observar y reaccionar.
[miptheme_quote author=»» style=»pull-left»]Blasphemous es en toda regla un reto, un título difícil, pero no insuperable, sobre todo en su primera parte.[/miptheme_quote]Blasphemous es en toda regla un reto, un título difícil, pero no insuperable, sobre todo en su primera parte. Aunque por desgracia, después de un momento concreto, la dificultad del título experimenta una subida muy abruptamente llevada, incluyendo también algunas partes de plataformeo que podrían ser frustrantes para los jugadores, donde las caídas sobre pinchos pueden causar algunos momentos muy desesperantes creando una sensación de que estamos jugando a un título en cierta manera injusto, sin lugar a dudas habríamos apreciado que la curva de dificultad fuese algo más progresiva.
Aun teniendo esto en cuenta a la hora de adquirir Blasphemous, el juego de este estudio español sigue siendo un grandísimo Metroidvania que disfrutaremos durante horas, adornado además de un trabajado Pixel Art con temática gótica simplemente excepcional. Teniendo en cuenta que es su primera incursión en el género, ha sido un éxito rotundo.
Gráficos y sonido
Con este juego estamos tratando con uno de los Pixel Art más bonitos, terroríficos y trabajados que se hayan podido llegar a ver, y es que gracias a su dirección artística cada fotograma es una delicia para los ojos. Cada fondo es detallado, las estatuas son enormes y aterradoras, y sus paisajes sombríos y grandiosos, intentando mostrar una especie de España corrompida por demonios del siglo XVI. El juego tampoco escatima a la hora de mostrar la violencia o simplemente en dejar que ríos de sangre inunden nuestras pantallas durante violentas batallas encarnizadas más que bien representadas.
[miptheme_quote author=»» style=»text-center»]El título nos mostrará una España corrompida por demonios del siglo XVI.[/miptheme_quote]Su banda sonora y sonido ambiente se nota que está inspirado en proyectos como la saga Souls, añadiendo una riqueza enorme a la atmósfera y logrando que nos quedemos atrapados en su mundo durante largos periodos de horas.
Conclusión
Aquí tenemos un Metroidvania más en la escena, pero no os dejéis engañar, sí algo tenemos seguro es que no es uno cualquiera.
La macabra y sorprendente atmósfera de Blasphemous nos presenta un mundo único que los amantes del género disfrutarán como pocos títulos. Estamos delante de un juego que consideramos imprescindible en el género y con un magnífico Pixel Art que simplemente nos atrapará. Aunque sí debemos decir que no todo lo que reluce es oro, ya que algunos fallos contaminan la experiencia como su narrativa quizá algo pesada o su falta de puntos de viajes rápidos.
Aunque eso sí, son factores que no llegan a manchar ni estropear de ninguna forma considerable la experiencia de juego del título.
Sí sois amantes de los Metroidvania, de los plataformas desafiantes, del Pixel Art detallado y de las atmósferas altamente sombrías, pesadas y terroríficas, este juego debería ser imprescindible en vuestra biblioteca.