En una jornada que ha marcado un hito en los mercados financieros, NVIDIA, la gigante tecnológica especializada en el desarrollo de procesadores gráficos y soluciones de inteligencia artificial, ha experimentado la mayor caída bursátil en términos absolutos de la historia. Las acciones de la empresa cayeron casi un 10% en un solo día, reduciendo su capitalización en unos 280.000 millones de dólares. Esta pérdida representa la mayor depreciación en una sola jornada jamás registrada por una compañía.
El impacto de esta caída no solo afectó a NVIDIA, sino que se extendió al resto de las grandes tecnológicas estadounidenses y, posteriormente, a los mercados asiáticos, provocando una onda expansiva que ha agitado a los inversores globales.
La espectacular caída de NVIDIA, que hasta el momento se mantenía como la tercera mayor empresa en términos de capitalización bursátil, se puede explicar por varios factores interrelacionados:
1. Inestabilidad macroeconómica
La incertidumbre sobre la salud de la economía estadounidense ha generado nerviosismo entre los inversores. Los últimos datos de actividad manufacturera en Estados Unidos reflejan una contracción sostenida en el sector, con 21 meses de retroceso en los últimos 22, una situación que no se había visto desde finales de los 80. Esta contracción es vista por muchos como una señal de alerta ante una posible recesión, lo que ha disparado la volatilidad en los mercados financieros. Aunque esta volatilidad no necesariamente implica pesimismo, sí evidencia una elevada incertidumbre que ha afectado especialmente a las empresas con valoraciones muy elevadas como NVIDIA.
2. Expectativas de crecimiento poco sostenibles
El valor de NVIDIA en bolsa estaba respaldado por grandes expectativas de crecimiento, especialmente en el campo de la inteligencia artificial. Sin embargo, para justificar su reciente capitalización, la compañía necesitaría duplicar sus beneficios actuales, pasando de unos 50.000 millones de dólares anuales a más de 100.000 millones. Esto requiere un fuerte crecimiento de la economía global y un ritmo sostenido de inversiones en tecnologías emergentes. Con el panorama macroeconómico actual, donde se prevé una desaceleración, estas expectativas se han enfriado rápidamente, lo que ha contribuido a la caída abrupta de sus acciones.
3. Investigación del Departamento de Justicia
Otro factor que podría haber agravado la situación de NVIDIA es la noticia de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre posibles prácticas anticompetitivas por parte de la compañía. Aunque esta información no era completamente pública en el momento de la caída, es posible que algunos actores del mercado ya tuvieran conocimiento de la situación. El temor a una sanción o a futuras restricciones que puedan limitar la expansión de NVIDIA en el mercado añade más presión sobre las expectativas de crecimiento de la empresa.
La combinación de estos factores ha llevado a NVIDIA a protagonizar la mayor caída bursátil de la historia en términos absolutos, generando un clima de incertidumbre sobre su futuro. Los inversores deberán ahora analizar cuidadosamente si esta caída representa una oportunidad de compra o un riesgo demasiado elevado ante el actual contexto económico.