El gobierno del PSOE lleva varios meses queriendo introducir nuevos impuestos a los servicios digitales y a las transacciones financieras, más conocidos como Tasa Google y Tasa Tobin en España, esperando recaudar algo más de 2.000 millones de euros. El presidente Trump afirma que responderá con «mucha dureza» contra aquellos países europeos (Francia, Reino Unido, Italia, España y Austria) que insistan en aplicar esa presión fiscal. El presidente de los Estados Unidos cree que esto «penaliza de forma discriminatoria a las empresas americanas«.
España recaudaría 1.200 millones si se aplica la «Tasa Google»
Esta semana se celebrará la cumbre del G20, concretamente el 28 y 29 de junio en la ciudad japonesa de Osaka, en la que estará presente España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, entre otros países, y donde se esperan aprobar estas medidas. En concreto, la Tasa Google permitirá recaudar 1.200 millones de euros y sólo gravará a aquellas empresas que tengan unos ingresos anuales totales de al menos 750 millones de euros en todo el mundo, con unos ingresos de 3 millones de euros en España.
Resumiendo mucho, este impuesto pretende obligar a las grandes empresas tecnológicas a pagar el 3% de los ingresos digitales incluidas las ventas de publicidad online, las ventas de datos de los usuarios, y la intermediación digital entre ellos. Las empresas más conocidas afectadas serían Google, Apple, Facebook y Amazon.
Las grandes empresas tecnológicas no pagan todos los impuestos que deberían en España
El porqué de todo esto es sencillo; mediante lo que se denomina «ingeniería fiscal», las grandes empresas revende los servicios a otra empresa propia, evitando pagar todos los impuestos que deberían en España. La mayoría de las sedes de estas grandes empresas están en Irlanda, como es el caso de Google o también Apple. Gracias a un acuerdo con el país, pagan unos impuestos muy bajos por toda la actividad que generan en la Unión Europea, siendo una especie de paraíso fiscal tecnológico.
La embajada de EEUU en España está difundiendo en los últimos días un comunicado del secretario del Tesoro y máximo responsable económico en el Gobierno de Donald Trump en el que afirma: «Quisiera subrayar de nuevo nuestra gran preocupación por la decisión de países de considerar la creación de un impuesto bruto unilateral e injusto dirigido a nuestras empresas tecnológicas y de internet. La tributación debe basarse en los beneficios, no en las ventas, y no debe singularizar a un sector concreto para que tribute según una norma distinta». En consecuencia: «Instamos a nuestros socios a no adoptar medidas unilaterales en esta materia«.
Además, el presidente de la Cámara de Comercio Americana en España, Jaime Malet, le hizo llegar a Pedro Sánchez, en nombre de las multinacionales de Estados Unidos que aglutina su organización, que tal iniciativa podría provocar una congelación de inversiones en España y medidas para repercutir el nuevo impuesto al cliente.
Pese a las amenazas, Sánchez sigue apostando por implementar este nuevo impuesto aferrándose a lo que hemos explicado arriba, «Esto no sería necesario si las grandes empresas tecnológicas pagasen todos los impuestos que deberían en España«.
Conclusión
Por ahora solo toca esperar para ver como se desenvuelve todo esto, pero viendo lo que ha pasado con Huawei, no es de extrañar que esos 1.200 millones que pretende recaudar el PSOE nos vayan a salir bastante más caros por otro lado. Quién sabe… Gmail de pago o alguna cosa de estas. ¿Y tú, qué opinas?