El CEO de Krafton, Changhan «CH» Kim, ha compartido su opinión sobre el rendimiento de The Callisto Protocol, un título que fue desarrollado por Striking Distance Studios, subsidiaria de Krafton, y lanzado como sucesor espiritual de Dead Space. Según Kim, el fracaso del juego se debe a la falta de un «elemento diferenciador» en su jugabilidad, algo que lo habría distanciado de sus competidores y asegurado mejores resultados.
The Callisto Protocol, dirigido por el exproductor ejecutivo de Dead Space, Glen Schofield, no logró cumplir con las expectativas de ventas internas tras su lanzamiento en 2022. A raíz de esto, se despidió a 32 empleados del estudio, y Schofield abandonó el proyecto para «buscar nuevas oportunidades».
En una reciente entrevista con Game Developer, Kim reflexionó sobre los desafíos que enfrentó Krafton al desarrollar por primera vez un proyecto triple A de un solo jugador. «Es la primera vez que abordamos un proyecto con estas características, así que tuvimos dificultades para predecir si la producción iba en la dirección correcta», comentó Kim. A pesar de que el juego destacó por sus impresionantes gráficos y narrativa, Kim reconoció que lo más importante es la jugabilidad: «El núcleo del juego es la jugabilidad. Lo que aprendí con The Callisto Protocol es que, aunque el juego sea visualmente impresionante, si no tiene una ventaja jugable, no funcionará».
El CEO destacó que para que un juego tenga éxito, debe ofrecer algo innovador en su jugabilidad, ya sea a través de mecánicas inmersivas o ideas creativas que se alejen de lo convencional. «Aunque sea un juego narrativo y de un solo jugador, es esencial ofrecer una experiencia de juego destacada», agregó Kim.
Lecciones para futuras producciones y gestión de presupuestos
Kim también aprovechó la entrevista para subrayar la importancia de iterar más en las primeras etapas del desarrollo, cuando los costos son más bajos y hay más margen para la experimentación. Hizo referencia a los altos presupuestos de producción de títulos como Horizon Forbidden West (212 millones de dólares) y The Last of Us Part II (220 millones de dólares), revelados durante la batalla legal entre la FTC y Microsoft, para resaltar cómo los costos de desarrollo de juegos triple A pueden dispararse.
Kim cree que si Striking Distance hubiera tenido más tiempo para probar nuevas ideas jugables en las primeras fases, el resultado final de The Callisto Protocol podría haber sido diferente. «Deberíamos haber iterado más para comprobar si las nuevas mecánicas funcionaban bien, antes de pasar a la producción completa», comentó.
El futuro de Krafton: IPs nuevas y enfoque en la creatividad
En cuanto al futuro de Krafton, Kim explicó que la compañía está enfocada en la creación de nuevas IPs, priorizando la creatividad sobre el crecimiento lineal año tras año. «Para nosotros, PUBG es nuestra base, y estamos creciendo a partir de su éxito, pero de cara al futuro, debemos dar vida a nuevas IPs», afirmó. Aunque admite que este proceso puede llevar años, Kim se muestra decidido a continuar experimentando con nuevas ideas, incluso si no todas tienen éxito.
Como ejemplo de este enfoque creativo, Kim mencionó el éxito de títulos como Helldivers 2 y Palworld, que demuestran que apostar por la innovación puede dar buenos resultados, aunque el mercado sea impredecible.
En esta línea de pensamiento, Krafton también ha adquirido Tango Gameworks y Hi-Fi Rush de Microsoft, a pesar de que Kim reconoce que una secuela de Hi-Fi Rush podría no generar grandes ingresos. La empresa sigue comprometida con su enfoque «de abajo hacia arriba», intentando crear algo tan exitoso como PUBG, sin dejar de explorar nuevas fronteras creativas en la industria de los videojuegos.
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